miércoles, 19 de diciembre de 2018

Violencia

¿Qué es la violencia?

Según el diccionario hay cuatro definiciones posibles:
  1. Cualidad del violento.
  2. Acción y efecto de violentar o violentarse.
  3. Acción violenta o contra el natural modo de proceder.
  4. Acción de violar a una persona.
Mientras tanto, si buscamos violentar, se lee, de entre cinco definiciones:
  1. Aplicar métodos violentos a cosas o personas para vencer su resistencia.
  2. Entrar en una casa u otra parte contra la voluntad de su dueño.
  3. Poner a alguien en una situación violenta o hacer que se moleste o enoje.
Entonces, ¿Qué es la violencia?

Si me preguntan a mí, mi mamá es una persona violenta, violenta contra mi papá, violenta contra mí.
Cuando no le gusta algo, nos grita o nos trata mal.
No puedo contar el número de veces que entró por la fuerza a mi habitación o al baño mientras estaba enojada para reclamarme o gritarme, y siempre mete el dedo en la llaga hasta que estoy harta, no doy más, me pongo violenta yo, o me voy.

Pero también hay otras formas de violencia.

Como una violación.

Tengo amigas que las violaron.

Si yo he llegado a gritar y llorar porque mi mamá invadía mi privacidad y parecía que no había lugar para huir de sus palabras hirientes, de su persecuta, de su acorralamiento, ¿Cuánto tiene que llorar y gritar una chica a la que lo que le violaron es el cuerpo? A lo que le violaron, es a ella.

Lo curioso es que estas chicas no gritan, se quedan calladas, en silencio, sufriendo por dentro.

Y esto me lleva a otra pregunta, ¿Por qué se quedan calladas? ¿Cómo es que no están gritando? Y estoy empezando a ver (y comprender) la respuesta: se quedan calladas porque si gritan, aquellos que las escuchan no van en contra de quien las violó, van en contra de ellas.

Gracias a Dios eso está empezando a cambiar, ahora se está empezando a perseguir al violador, pero a pesar de esto seguimos en una sociedad en donde la víctima tiene más miedo que el victimario,
En donde la víctima tiene miedo a hablar porque gran parte de las consecuencias las sufre ella, y no él.

Y aquellos que pasaron tanto tiempo callados, viéndonos sufrir, oprimidas, en silencio, alzan la vos, pero para decir que nos callemos de nuevo.

Porque los incomodamos, los llevamos a encontrarse consigo mismos, con ese reflejo que cerraron los ojos para no ver, porque si los abren, si abren los ojos para verse al espejo, se encuentran con un violador, un acosador, un abusador o un cómplice devolviéndoles la mirada. Y como no quieren ser nada de eso, prefieren seguir con los ojos cerrados, y tratar de callarnos, porque por más que se tapen los oídos, no pueden evitar escuchar nuestros gritos.

No somos exageradas, no nos "pintó esta", no odiamos a los hombres, pero sí, estamos enojadas.

Porque a una de mis amigas la violó a los seis años un tipo de treinta y pico.

Porque mi hermana tiene once años y me cuenta que hay cosas que no la dejan hacer por ser mujer.

Porque a los doce fue la primera vez que escuché a alguien gemir: fue mientras yo caminaba por la calle y el tipo me miraba el culo.

Porque a los trece me agarraron en una ronda de cuatro o cinco pibes mucho más grandes de tamaño que yo y me manosearon de arriba a abajo.

Porque a los quince violaron a una amiga en su propia casa.

Porque a los dieciséis un pibe la manoseó en un boliche mientras ella le pedía que parase.

Porque a los dieciocho abusaron a otra amiga mientras ella estaba alcoholizada, incapaz de defenderse a sí misma.

Y porque tantas otras, cientos, miles, cada vez más por cada día que pasa, están muertas, y nunca nos vamos a enterar de lo que les hicieron, sólo podemos imaginar, y nunca van a recibir justicia, porque no hay cárcel, no hay escracho, no hay nada que pueda traer justicia a lo que cada una de ellas, cada una de nosotras, todas ellas, todas nosotras tuvimos que pasar.

Porque el consentimiento implica que una persona diga que sí, y que este sea un sí sobrio, consciente.

Porque si una persona esta tirada en una cama sin hacer nada porque no está de humor, o no está lista, o no quiere, y aún así estás teniendo sexo con ella, es una violación.

Así que estamos gritando, porque estamos enojadas, y no nos vamos a callar ni vamos a parar, porque nuestros gritos son la única esperanza que tienen nuestras hermanas, nuestras hijas, nuestras amigas, nuestras nietas, nuestras madres y nuestras abuelas de romper las cadenas que nos vienen apresando desde hace siglos.

Así que no, no nos vamos a callar.

Y no, no estamos exagerando.

Y sí, el patriarcado va a caer, y con él vas a caer vos y todo el que no defienda la causa, porque tras años de violencia, ya no hay lugar para la negociación y el diálogo, ahora solo queda deconstruir y construir, y no importa cuanto grites, no vas a poder tapar nuestra voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario